LA FILOSOFÍA DEL TREN DE LA VIDA

    Durante años he escuchado la filosofía del tren de la vida, quizás muchos de ustedes también han oído hablar de ella, puesto que mis abuelos y seguramente sus antepasados ya la mencionaban, por lo que estoy seguro que es muy antigua, a decir verdad no se con exactitud a que época se remonta, de dónde vino o a quien se le ocurrió, posiblemente data del siglo XVI, XVII, XVIII o XIX, da igual su origen, lo que si no podemos negar es que su esencia es la misma y seguramente seguirá así durante más y más generaciones.

Todos en esta vida estamos capacitados para construir nuestro tren

    Aquella filosofía a la que me refiero dice así:

"El tren solo pasa una vez en la vida"

    Muchas veces por falta de conocimiento, cultura, educación o cualquier otra índole no podemos visualizar, detectar o aprovechar la o las oportunidades que pocas veces se nos presentan en el camino, podemos decir que hay personas con suerte y cuyo tren (oportunidad) pasa dos, tres y hasta más veces delante de sus ojos y éstos no la aprovechan, no reaccionan ante ella o simplemente no les importa, el hecho de que tengan ojos no quiere decir que observen o estén conscientes de lo que está pasando, un proverbio chino que voy a citar encaja perfecto en este ejemplo, dice así: "No todos los ojos cerrados duermen, ni todos los ojos abiertos ven"

 

    Mientras muchos no reaccionan, no reconocen o no les importa subir al tren, también hay muchísimos más que esperan su oportunidad pero ésta a veces nunca llega, no podemos cerciorarnos si en realidad pasó y este no quiso subir, o es que nunca llegó, el simple hecho de que tu tren nunca llegó no te justifica quedarte sentado en la estación esperando, tienes que ser uno de esos pocos que construyen su tren, el arquitecto que le da forma a su vida, el ingeniero que construye y conserva su obra, el estratega que se propone a construir las vías del tren con destino a su meta, objetivo, sueños pero sobre todo a la felicidad.

    Muchas cosas de la vida se ven con la mente y no con los ojos, una prueba de ellos es que muchos anhelamos algo y tenemos fe y convicción que lo tendremos, el problema es que ese algo aún no está en nuestro poder, pero en nuestro interior ya es nuestro, las oportunidades muchas veces no vienen de la forma que queremos ni en el momento que quisiéramos, siempre es buen momento para empezar algún proyecto, trazar una nueva meta, retomar hábitos o viejos pasatiempos.

 

    No seas de esas personas que en el futuro se estén lamentando de lo que pudieron haber hecho o logrado si hubieran tomado esa oportunidad, conozco muchas personas que hoy se arrepiente de no haber hecho ciertas cosas, estoy seguro que usted también conoce personas así, la vida es una y debemos vivirla, así de simple es, tome acción y no espere el momento perfecto porque nunca lo será, empiece con las herramientas que tenga a la mano que en el camino obtendrá muchas mejores, sea el chofer de su vida y destino.

    Las oportunidades están en todas partes, depende de cada uno buscar las piezas y ensamblar el tren, creando así nuestra oportunidad y conducirlo por el camino hacia el éxito. Lo más importante es saber hacia dónde quiere ir, no se limite por el sitio o situación donde está ahora, recuerde que las limitaciones solo están en nuestra mente.

   

    La moraleja que les quiero compartir es que todo, absolutamente todo en esta vida tiene su proceso, recuerda que los grandes proyectos demoran 

su tiempo y que el fracaso es parte de la vida, pero siempre debes seguir adelante y aprender de los errores.

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Luis Enrique Boada