EL VALOR DEL TIEMPO

    Para empezar a hablar de algo tan complejo y místico como el tiempo debemos dar un pequeño resumen de lo que éste significa, el tiempo nos permite medir la duración o separación de acontecimientos, hechos y hazañas que marcaron un antes y un después en la historia, también nos ayuda a determinar cuánto falta para un evento, encuentro, cita o llegar a nuestro trabajo, el tiempo está presente en todo porque de no haber existido un pasado con hechos y acontecimientos no sería posible nuestro presente o incluso nuestro futuro. Para nosotros el tiempo se expresa en lo que conocemos como segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, bimestres, trimestres, cuatrimeses, semestres, años, décadas, siglos, milenios y así continuar hasta el infinito.

El tiempo nunca se detiene

    El tiempo nunca se detiene, nunca vuelve y cada año que pasa queda en el pasado para abrir camino a uno nuevo, hay quiénes se refieren al tiempo con valor intrínseco argumentando teorías como: "el tiempo vale oro" o "mi tiempo vale oro", para algunas personas el tiempo es dinero mientras que para otras el tiempo hace dinero, pero esto ya es otro tema referente a las inversiones. La realidad es que el tiempo es algo invaluable, infinito en su ser, pero finito para nosotros, como dije antes, cada año que pasa queda en el pasado y lo mismo ocurre con los segundos, minutos, horas y así consecutivamente.

    Aunque quisiéramos no podemos regresar el tiempo y remediar ciertas situaciones pasadas para de cierto modo beneficiarnos, evitar pérdidas, dolor, angustias, preocupaciones y llantos, todo lo que haya pasado queda como experiencias y recuerdos, lo que si podemos hacer es tener conciencia de nuestro tiempo actual y saber en dónde lo estamos usando y de qué forma, uno de los problemas que observo diariamente es que muchas personas desperdician su tiempo, en su mayoría jóvenes sin curso que no tienen ningún tipo de programación de actividades diarias, pasan tanto tiempo en las redes sociales que olvidan que hay cosas más importantes en la vida y momentos que se pierden que quizás nunca volverán a ver o sentir. Lo más triste es que la vida se les va tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos ya son adultos, con empleos, familia y responsabilidades.

Nuestro tiempo es finito

    Otro notable grupo son los profesionistas quiénes le ponen precio a su tiempo intercambiándolo por dinero, algo que la verdad no se puede recuperar, comprar o detener, pasan tanto tiempo trabajando que olvidan cenar con su familia, rara vez recuerdan el cumpleaños de un ser querido, tienen tanto miedo de perder su empleo que el empleo en sí los termina absorbiendo y consumiendo lentamente, llevan una vida laboral activa de aproximadamente 40 años, se jubilan para recibir una pensión que apenas si les da para vivir, para luego darse cuenta que los mejores años de su vida se fueron trabajando en un empleo que quizás no les gustaba, con horarios que no les gustaba y con salarios que no satisfacían sus deseos y necesidades, sacrificando algo para obtener otra cosa.

    Mi pregunta hacia ti estimado lector es la siguiente: ¿Seguirás cambiando tu tiempo por tan poco? Seguirás a merced de tu jefe cambiando tu tiempo por dinero o empezarás a crear activos que aseguren tu libertad financiera y control de tu tiempo, esa es una pregunta que debes responderte tú y solo tú, es hora de reflexionar sobre nuestro tiempo y fijarnos dónde lo invertimos y que resultado nos están dando, una de las claves para ser ricos es invertir nuestro tiempo y dinero sabiamente con miras al futuro, una expresión popular o consejo es el siguiente: "No tienes tiempo y dinero porque no inviertes tiempo y dinero".

Tú tienes el control de tu tiempo

    Moraleja: el hombre más rico del mundo tiene 24 horas cada día, el hombre más pobre del mundo tiene 24 horas cada día y tú también tienes la misma cantidad de horas cada día. Elige e invierte sabiamente tu tiempo. Dicho todo esto te deseo mucha suerte en tu camino.

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Luis Enrique Boada